La peruana Gracia Sotomayor dejó su país natal y vive su pasión en el VfH Worms.

Por Julia Henny

WORMS. Renunciar al trabajo, dejar el país natal, aprender un nuevo idioma y cumplir un sueño de toda la vida. Gracia Sotomayor dio este valiente paso. Hace más de dos años, renunció a su trabajo en Perú y se unió a la «Fixed Mafia», una comunidad dedicada a la bicicleta en América del Sur. Pronto descubrió que aunque no era la más rápida, sí podía realizar acrobacias en la bicicleta. Su interés en el ciclismo artístico creció: «Quería aprender más sobre este deporte». Su deseo se hizo realidad en el VfH Worms.

Dado que el ciclismo artístico no está reconocido como deporte oficial en América del Sur, la peruana buscó en Instagram a personas que pudieran contarle más sobre su pasión. Encontró información principalmente en páginas en alemán, lo que la llevó a Alemania. Ahora admite: «No esperaba que todo se hiciera realidad tan rápido».

Su viaje la llevó a Colombia, donde un amigo le regaló un boleto a Barcelona. En España, se enteró del Campeonato Mundial que se celebraría a fines de noviembre de 2018 en Bélgica. Quería contactar a un club aquí. «La familia del ciclismo artístico no es muy grande, por lo que fue relativamente fácil conocer a alguien en el campeonato», dice. El primer contacto fue con el húngaro Martin Schön, quien presentó a Gracia al VfH Worms y a la entrenadora Tanja Emler-Rupp. Y después de solo una semana como espectadora, ya estaba en la bicicleta de arte.

Ella está encantada. «Estaba tan llena y sentí por primera vez que tenía la fuerza para hacer lo que realmente quería». En Perú, nunca tuvo el coraje de escapar. «Vengo de una sociedad con grandes diferencias entre mujeres y hombres. Nunca cuestioné lo que hacía y nunca pensé que tenía la oportunidad», cuenta sobre la vida en su país: «Por lo general, las niñas se van solo después de casarse. Pero me fui a los 25 porque quería ser más independiente». Hoy quiere transmitir ese valor: «También quiero mostrar a otros que pueden vivir sus sueños».

Debido a los requisitos de visa, inicialmente solo pudo quedarse tres meses en Alemania. Regresó a Perú temporalmente para obtener una visa de idioma. Pero ha estado viviendo con una familia en Westhofen durante más de un año, aprendiendo alemán en una escuela de idiomas. Compitió en su primer torneo después de casi tres meses en noviembre pasado. Y aunque la puntuación obtenida fue relativamente baja, no podría estar más feliz con la experiencia ganada: «Uno de los días más hermosos de mi vida».

Sabe que nunca llegará a ser una ciclista de arte profesional, pero eso no es importante para ella. «Mi proceso de aprendizaje es diferente al de un niño. Los niños comienzan a entrenar para ganar medallas. Yo entreno porque no hay nada más hermoso que sentirse en armonía con tu bicicleta y tener control total sobre tu cuerpo». Y agrega: «Quiero que otros sientan lo que siento yo».

Actualmente, está buscando trabajo ya que su visa de idioma está a punto de caducar.

Junto con Stefan Born, presidente de VfH y también vicepresidente de «Indoor Cycling Worldwide», está traduciendo las reglas del ciclismo artístico al español para introducir el deporte en América del Sur. Aunque aún no tiene contactos oficiales en Perú, algunos artistas de circo y grupos de bicicletas la están ayudando con sus metas. Y en Colombia, se ha puesto en contacto con un conocido que está aprendiendo ciclismo artístico por su cuenta. Él ayudará a hacer el deporte más conocido aquí, y quizás en toda América del Sur. Su plan: «En la situación actual, con todo lo que está sucediendo en el mundo, el deporte no tiene apoyo en Perú». Pero en unos meses, quiere regresar «para construir todo».

El virus corona complica las cosas aquí también. Su visa de idioma expira a principios del próximo año. Por lo tanto, está buscando un trabajo. En Perú, Gracia trabajó como gerente de proyectos en marketing, algo que también podría imaginar aquí. Una vez que sea el momento adecuado, quiere convertirse en «embajadora» del ciclismo artístico entre Sudamérica y Europa. Ya está compartiendo sus experiencias en Instagram. Porque «quiero ser una inspiración para tantos como sea posible, aunque no sea fácil encontrar la fuerza para seguir tu corazón».

FUENTE: VRM E-Paper-App: Wormser Zeitung, 26.09.2020 – Botschafterin auf dem Kunstrad